REVULUCION EN NEPAL





REVOLUCION EN NEPAL

El 13 de febrero de 1996, el PCN (M) se atrevió a iniciar la guerra popular, un toque de clarín de un nuevo futuro, que estalló en una bien planeada ola de ataques que sacudieron al país, pero que fue subestimada por la élite occidentalizada. En los primeros años, pequeñas unidades de guerrilleros se movilizaron y se organizaron en el campo. Armados con armas primitivas y a veces algún rifle moderno arrebatado al enemigo, combatieron en escaramuzas con las fuerzas policíacas y las bandas de matones ligadas a los terratenientes feudales que mantienen al campesinado sometido. Pero el programa de revolución agraria y de transformación social, económica y política se ganó a muchos partidarios y prendió la conciencia de la juventud, las mujeres y los pobres, y cobraba fuerza progresivamente.
En los 7 años desde entonces, la revolución ha hecho grandes avances confrontando y derrotando las sucesivas olas de represión y terror de los matones reaccionarios y las fuerzas policiales militarizadas, y últimamente al Ejército Real de Nepal (ERN).

LA INSURGENCIA MAOÍSTA
nació en la pobreza del Nepal rural, y los primeros ataques en contra de emplazamientos gubernamentales ocurrieron en 1996. Los maoístas, una facción extremista entre varios grupos comunistas, estaban encabezados por un antiguo estudiante y profesor de agricultura llamado Pushpa Kamal Dahal, quien asumió el nombre de guerra Prachanda. Hoy tiene más de 50 años, rara vez se le ve en público y casi nunca se deja fotografiar.
Cuando el gobierno democrático de Nepal ordenó una ofensiva contra las bandas de militantes de Prachanda, la policía actuó de manera despiadada. Los sospechosos eran torturados, los pobladores eran sacados de sus casas y las mujeres eran violadas. A medida que se propagó la rebelión, la campaña del gobierno se amplió. Las fuerzas de seguridad dispararon contra una escuela primaria en el distrito de Jajarkot durante un festival vespertino de danza. Los asesinatos aumentaron y el apoyo a los maoístas creció. Los rebeldes reclutaron a una amplia gama de nepaleses marginados –mujeres, minorías étnicas, dalits (intocables), desempleados y jóvenes con empleos ocasionales–, ofreciéndoles una esperanza.
Prachanda y los líderes prominentes son ideólogos de línea dura. Estudiaron las obras de Mao Zedong y –pese a que el gobierno chino los ha descalificado como verdaderos maoístas– crearon una versión nepalesa del maoísmo: el Sendero Prachanda, una mezcla de estrategias militares maoístas con marxismo y patriotismo nepalés. El propio Prachanda dirige tanto al Ejército Popular como al ala política del movimiento, de estricta estructura jerárquica.

El CICR en Nepal

El CICR inició sus actividades en Nepal en 1998, donde abrió una delegación en 2001. Durante la lucha armada entre las fuerzas gubernamentales y el Partido Comunista de Nepal (Maoísta), mantuvo una amplia presencia en el terreno y estuvo en contacto con todas las partes en conflicto. Tras el "Movimiento del Pueblo", de abril de 2006, la situación política en el país cambió radicalmente y, en noviembre de 2006, la Alianza de los Siete Partidos y el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) llegaron a un acuerdo para poner fin al conflicto y restablecer la paz. La monarquía feudal nepalí está derrotada. La ofensiva popular para poner fin a un régimen anacrónico está en su fase final. Las movilizaciones populares se multiplican desde que el pasado 6 de abril se pusiese en marcha la convocatoria de huelga general contra el rey Gyanendra.
En la situación actual (otoño de 2002), el gobierno central casi no tiene presencia en gran parte del campo. Las fuerzas armadas del viejo Estado han sufrido derrotas importantes, en la región occidental que es la plaza fuerte de la revolución, y en las regiones central y oriental.